“El error está en nuestra naturaleza y, si bien en la medicina los errores suelen ocurrir por fallas en los sistemas hospitalarios, también existe el factor humano”. Es una aseveración de José María Ceriani Cernadas, veterano neonatólogo y respetado coordinador del comité de seguridad del paciente del Hospital Italiano de Buenos Aires (Argentina), al que el Instituto Practicum ha entrevistado. En su opinión, los modelos tradicionales de educación médica refuerzan el concepto de infalibilidad y de ahí que perdamos una oportunidad para cultivar una actitud crítica. “La negación empaña el análisis de sus causas y la prevención”.
Buenos Aires, 12 de marzo de 2019. La cultura predominante en la práctica médica es la de ocultar el error. No es hasta finales del siglo XX que se empieza a gestar una ética para aprender de los errores en la profesión. En 1983 el filósofo Karl Popper para la British Medical Journal, en 1990 el profesor de Harvard Lucian Leape en un estudio seminal y en 1999 el Instituto de Salud de Estados Unidos con el célebre To err is human, sentarían las bases del creciente interés por una medicina centrada en el paciente. Hoy, el experto en seguridad del paciente José María Ceriani Cernadas habla de “un asunto de enorme magnitud, retratado como la tercera causa de morbimortalidad en Estados Unidos, solo por detrás de los trastornos cardiovasculares y el cáncer”.
Jefe honorario del servicio de Neonatología y departamento de Pediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires y editor jefe de los Archivos Argentinos de Pediatría, el Dr. Ceriani se muestra vehemente: “En EE.UU. algo más de 300.000 pacientes fallecen mayormente por un error de los médicos y, en menor proporción, de otros sanitarios”. En un artículo de 2007 para la mencionada revista el experto se refería a un estudio de los 80 realizado en Nueva York que incluyó todas las internaciones en un año y encontró que el 4% sufrieron un daño iatrogénico fatal en el 14%. “Trasladado a toda la población estadounidense esto suma cerca de 120.000 muertes por iatrogenia, como si tres Jumbos llenos se caen cada dos días”.
Pregunta obligada: ¿qué factores pesan sobre esta situación? “Diría que en la mayoría de los hospitales no hay ningún control; por eso las fallas en los sistemas hospitalarios son la causa de error más frecuente”. Es más, “en América Latina el primer comité de seguridad del paciente (CSP) fue creado por nuestro departamento de Pediatría en 2001”. En los últimos años estos comités, comunes en los países desarrollados, se están extendiendo a otros hospitales de Buenos Aires y de algunas provincias, pero “en nuestro país todavía falta mucho para que esto ocurra en todos los centros o, al menos, en los más importantes”, matiza.
El argentino lamenta igualmente que en la medicina actual y en especial entre los profesionales más jóvenes, persista la idea de considerar el conocimiento como un fin en sí mismo”. Y es que la pérdida de atención, el estrés, un estado depresivo, los aspectos cognitivos y, en definitiva, el factor humano, son determinantes. En otro artículo de 2011 para Archivos Argentinos de Pediatría, el Dr. Ceriani enfatizaba que “los errores rara vez ocurren por un solo error y suelen ser la suma de errores latentes (del sistema) y errores activos (del ser humano)”. Los errores -sostenía el experto en este artículo- pueden darse a tres niveles y, cuanto más experto se es, el foco se mueve desde el nivel del conocimiento y las normas hacia el de las habilidades.
Entrenamiento y entorno
Lo que sucede es que “el ser humano prefiere el patrón de reconocer al de calcular, por lo que está fuertemente sesgado a buscar una solución preempaquetada”. Opta, por ejemplo, por una respuesta basada en una norma antes que encarar un proceso analítico consciente. Por otra parte, las estrategias dirigidas a evitar que el individuo yerre suelen fracasar porque no tienen en cuenta que, irremediablemente, los va a cometer. “Hasta el que más sabe y el que es muy competente comete errores, por eso razonar es clave”. Lo es también un estado de permanente alerta, puesto que “en medicina, y esto ya lo dijo Einstein, el saber se basa en la eliminación de los resultados o conocimientos anteriores una vez se detecta que no son correctos”.
Así las cosas, “no podemos modificar la condición humana, pero sí las condiciones en que los seres humanos trabajan”, defendía el actual director del consejo de publicaciones de la Sociedad Argentina de Pediatría en su articulo de 2007. Recuperando el ejemplo de la aviación del inicio, esta idea engarza con la institucionalización de la seguridad y la estandarización de protocolos en el ámbito sanitario. El entrenamiento constante y la aplicación de principios de la psicología cognitiva permiten vislumbrar un futuro menos agorero. “El cambio debe comenzar en las escuelas de medicina, continuar en la residencia y atravesar los años de formación”, remata el Dr. Ceriani.
Referencias
Ceriani Cernadas José María. Prevención de errores en la práctica médica, ¿hemos progresado? Arch. argent. pediatr. [Internet]. 2007 Abr [citado 2019 Mar 07] ; 106(2): 99-101. Disponible en: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0325-00752008000200002&lng=es.
Ceriani Cernadas JM, San José M.E. El error en medicina: reflexiones acerca de sus causas y sobre la necesidad de una actitud más crítica en nuestra profesión. Archivos Argentinos de Pediatría. 2001; 99(6): 522- 528.
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